Transición a una flota electrificada: Un desafío, una oportunidad.

Se trata de un recorrido que deben realizar todos los proveedores de logística a medida que los motores de combustión interna se van retirando gradualmente. Eso y el hecho de que cada vez un mayor número de clientes reclaman soluciones para el transporte más sostenibles.

Sin embargo, incluso aunque los fabricantes de vehículos están ampliando su gama de furgonetas y camiones eléctricos, los responsables de flotas reconocen que la transición implica bastante más que un simple cambio en la fuente de energía.

Cambios en el modo habitual de hacer las cosas

Los vehículos eléctricos incluyen una serie de beneficios muy atractivos para las empresas de logística. Estas ventajas pueden ir desde un funcionamiento ultra silencioso para la distribución urbana hasta una menor cantidad de piezas móviles, lo que promete reducir los costes de mantenimiento generales.

Pero también suponen varios cambios en el modo habitual de hacer las cosas. Por ejemplo, el tema de la recarga por sí solo ya plantea tres preguntas importantes para los propietarios y responsables de flotas:

• ¿Dónde deberán situarse las estaciones de carga?
• ¿Cómo afectarán los tiempos de carga a la planificación?

Además, están las preocupaciones relacionadas con la infraestructura de carga disponible para respaldar los trayectos largos. Abordar estas cuestiones requerirá una planificación cuidadosa y probablemente cambios significativos en la elección de rutas, la gestión del tiempo e incluso los modelos de precios.

Sin embargo, más importante es que una planificación cuidadosa será vital para abordar la inevitable “ansiedad” de los conductores por la autonomía del vehículo y las colas en los puntos de recarga, preocupados por quedarse sin energía en el peor momento posible.

La dimensión de la refrigeración

Un factor extra para las empresas de logística que operan en la cadena de frío global es comprender dónde encajan los equipos frigoríficos para el transporte en la transición general a lo eléctrico. Entender esto bien es fundamental, debido a la necesidad del transporte con control de la temperatura y la enorme escala de la que hablamos.

Por otra parte, es necesario abordar la “ansiedad por la recarga”. Debido al temor de que el alcance de la batería no sea suficiente para un trayecto concreto o que la infraestructura de recarga en la ruta no sea adecuada, los conductores demandarán cada vez más disponer de datos de la batería en tiempo real.

Recibir el futuro con los brazos abiertos

Ahora que la fecha para el final de las ventas de vehículos con motores de combustión interna acecha en el horizonte, es inevitable que todas las flotas de la cadena de frío empiecen a acelerar su conversión a los vehículos eléctricos. Se trata de una transición que supone muy diversos retos, pero que con una planificación cuidadosa se pueden convertir rápidamente en oportunidades. Y, gracias a Frigoblock y Thermo King, podrá recurrir a las modernas innovaciones eléctricas que se necesitan para recibir al futuro con confianza.

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